El siguiente comunicado fue leído ante la Corporación Municipal el 19 de marzo de 2018:
El 21 de marzo en 1960 la policía sudafricana asesinaba a 69 personas durante una manifestación contra el Apartheid en Sharpeville, Sudáfrica, 6 años después, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró esa fecha como el Día Internacional de la Eliminación de toda forma de Discriminación Racial. Lo cierto es que la institucionalización del Racismo nunca ha dejado de existir, más bien se ha adaptado al sistema sociopolítico del momento, constituyendo una herramienta que sigue anclada a estereotipos y prejuicios instalados en la sociedad y en las instituciones, sustentando los diversos sistemas de privilegios que perviven hasta nuestros días.
El Racismo ha mutado, camina de la mano de otras muchas formas de discriminación y reaparece de forma más o menos sutil o violenta según el contexto y los intereses. Está presente en las discriminaciones en el acceso a derechos tan fundamentales como la sanidad, la vivienda o el empleo, presente en argumentos economicistas, de prioridad nacional o cuando se habla de efecto llamada como excusa para recortar o eliminar esos derechos. Está presente en las políticas de control, cierre y externalización de fronteras, en las leyes de extranjería y todos los mecanismos de vulneración de derechos que de ella derivan: obstáculos para poder regularizarse y renovar los permisos, reagrupaciones familiares imposibles, controles de identificación racistas, Internamientos en CIE, expulsiones y un largo etcétera de vulneraciones, que siguen atravesando y condicionando la vida de miles de personas que ejercen su legítimo derecho a circular libremente y elegir dónde y cómo quieren vivir.
Frente a este Racismo, frente a todas las formas de exclusión, se hacen presentes las estrategias de resistencia y de lucha, las redes de solidaridad y apoyo mutuo tejidas más allá del origen, las diferentes maniobras de supervivencia que se activan cuando somos empujadas a los márgenes.
Somos conscientes de la urgencia cada dia más notoria por abordar con seriedad y con contenido que se materialice en prácticas sociales para alcanzar una igualdad efectiva de derechos y libertades, exigimos que ese camino pase por vertebrar la sociedad desde el reconocimiento real a la diversidad; sólo después podremos hablar de justicia y de paz social. Hasta ese entonces, seguiremos visibilizando cada vulneración de derechos, cada control, cada denegación de acceso,…denunciándolo y exigiendo su reparación.
Hoy no podemos dejar de recordar la reciente muerte de Mame Ndiaye, que caía desplomado el pasado jueves después de una persecución policial, que forma parte de las medidas de hostigamiento y criminalización que sufre el colectivo de vendedorxs ambulantes. Esta no es una realidad lejana, de hecho el pasado 3 de enero en este ayuntamiento se aprobó una moción “contra el comercio ilegal en Sanfermines”, que exigimos No sea puesta en marcha, de lo contrario, ahí seguiremos para recordarles que todas las personas tenemos derecho a vivir dignamente, que si nos expulsan a los márgenes, en ellos nos vemos obligadas a sobrevivir, y sobrevivir no puede ser delito. Porque la precariedad es un problema estructural y político, no de orden público, que requiere de las instituciones la adopción de medidas que blinden y garanticen el acceso a una vida digna.
Por todo ello desde SOS Racismo Nafarroa seguimos exigiendo el reconocimiento pleno de todas las personas sea cual sea su origen o situación administrativa.
SOS Racismo Navarra / Nafarroako SOS Arrazakeria 19/3/18