Desde SOS Racismo Navarra lamentamos profundamente el asesinato de la joven Kayle Villar Pons y queremos mostrar nuestra solidaridad con su familia y amistades.
Somos conscientes de que la violencia contra las mujeres es una de las violaciones más generalizadas de los derechos humanos en el mundo, como fenómeno estructural afecta a todas las sociedades y nunca debe relacionarse a nacionalidades, clases sociales, orígenes o perfiles étnicos, ya que hacerlo perpetúa estereotipos, fomenta la xenofobia y desvía la atención de la raíz del problema: la existencia de un sistema heteropatriarcal que sigue sustentando la violencia estructural contra las mujeres y las niñas, como herramienta para mantener el sistema de privilegios basado en dinámicas de poder y control. Además de una educación que normaliza el machismo y la violencia contra las mujeres. Así mismo, hay que destacar la violencia sobre las mujeres trans, que une misoginia y LGTBfobia y que hace a este colectivo especialmente vulnerable a las violencias que sufren las mujeres en todo el mundo.
Estamos cansadas e indignadas de ver cómo se promueve el discurso de odio y la desinformación mediante el tratamiento inadecuado de los sucesos en los que las personas acusadas, detenidas o víctimas son migrantes y/o racializadas. En este caso nos ha indignado la rapidez con la que han actuado ciertos medios de comunicación, que no han tardado en mencionar la nacionalidad, e incluso publicar los datos personales (con nombre completo y fotografía) de la persona acusada del delito.
Queremos recordar el principio general 7 del código deontológico de la Federación de Periodistas de España (FAPE): «Debe, por ello, abstenerse de aludir, de modo despectivo o con prejuicios a la raza, color, religión, origen social o sexo de una persona (…) Debe también abstenerse de publicar tales datos, salvo que guarden relación directa con la información publicada.» Entendemos que el origen nacional de las personas es un dato asimilable a estas características y que en este caso mencionarlo no aporta información ni ayuda a comprender mejor la noticia y, por el contrario, es discriminatorio y racializante.
Además, tal y como se ha recogido en numerosos manuales de buenas prácticas, así como en numerosos estudios de análisis de medios, mencionar el origen de las personas que presuntamente o de manera probada han cometido un delito tiene un efecto perverso que alimenta prejuicios y estereotipos, generando y alimentando un imaginario colectivo en el que se vincula la comisión de delitos o un comportamiento inadecuado a determinados orígenes o condiciones, este hecho refuerza la brecha social existente que menoscaba la convivencia.
Por otro lado, queremos señalar que la inmunidad de la que se privilegian los hombres blancos cis no la tienen los hombres racializados. Los primeros gozan del beneficio de la duda, el hombre racializado vive constantemente criminalizado y bajo sospecha. Esto, está continuamente alimentado por las identificaciones policiales por perfil racial, los bulos, noticias falsas así como por el racismo institucional.
No permitiremos que este hecho sea utilizado para fomentar el racismo y la xenofobia en nuestra sociedad. Por todo ello, hacemos un llamado a no vincular la violencia machista con la nacionalidad o el origen de las personas, y a centrarnos en erradicar las actitudes y sistemas que perpetúan la violencia contra las mujeres y las desigualdades de género, para construir una sociedad más equitativa y libre de violencia.
SOS Racismo Nafarroa
Pamplona/Iruñea, a 11 de octubre de 2024