Desde 1995, construyendo una sociedad diversa y antirracista

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SOS RACISMO NAFARROA: Cómo “acabar” con el sinhogarismo en un día.

El 28 de diciembre de 2023, la plaza consistorial estaba a rebosar de gente. Una moción de censura trajo de vuelta a Asirón al ayuntamiento, después de conseguir 15 votos para sacar adelante la moción de censura contra Cristina Ibarrola. Yo, como muchas que salimos a presenciar ese momento, me quedé expectante ante una plaza que gritaba y celebraba la victoria.

Más tarde, pude leer en una entrevista que Asirón prometía que ninguna persona dormiría en la calle. Este era uno de los temas que más se criticaba de la gestión de Ibarrola y, quienes pertenecemos al mundo de lo social y acompañamos cada día a estas personas, estábamos ante una pésima gestión del sinhogarismo en los meses de invierno. Esas palabras nos dieron esperanza.

Dos meses bastaron para que el concejal Txema Mauleón, en una entrevista a un medio, dijera que estaban ante un reto muy grande y que esperaban poder dar respuesta a toda la población. Habló de al menos 200 personas en la calle. En octubre de 2024, Mauleón hace unas declaraciones y menciona el “efecto expulsión”, alegando que desde otras comunidades se les envía a las personas en situación de vulnerabilidad, porque aquí hay más recursos. Unos días después, Asirón habla de “efecto llamada”, lo que se traduce en que dar respuesta a la situación del sinhogarismo tiene como consecuencia que más gente venga a Pamplona, y los servicios se vean desbordados.

Dos años más tarde, desde que Asirón volvió al consistorio, Mauleón hace unas declaraciones desmintiendo lo que los colectivos sociales venimos diciendo: que efectivamente hay al menos 200 personas en situación de calle, que al ayuntamiento solo le constan 100 personas y que algunas están sobre censadas. El pasado 7 de diciembre, un joven cayó desde al menos 6 metros de altura, mientras pernoctaba en el antiguo convento de las Agustinas, lugar que sirve como refugio para las personas fuera del sistema de protección. La respuesta del ayuntamiento ha sido contundente: votaron para recuperar el convento de las Agustinas y expulsar a las personas del único lugar donde pueden aguantar el invierno.

Estamos ante un escenario desolador, con el auge de la extrema derecha y partidos de izquierda que se posicionan al lado de fascistas para expulsar a las personas más vulnerables. Pero no podemos permitir que el miedo y el racismo sigan marcando la agenda política. La realidad es que el sistema está cada vez más decidido a echar a la gente a la calle, a despojarla de lo poco que tiene, a criminalizar la pobreza y la inmigración, y a invisibilizar a quienes luchan por sobrevivir.

Este es el resultado de políticas que no solo fallan, sino que atacan a las personas racializadas, migrantes, y a quienes viven en la pobreza. La gestión del sinhogarismo en Pamplona no es una cuestión de números ni de eficiencia: es una cuestión de justicia social, de respeto por la dignidad humana, y de garantizar que nadie quede atrás, que nadie sea dejado en la cuneta.

Nos siguen diciendo que «no hay recursos», mientras se desmantelan los pocos espacios que quedan para proteger a las personas sin hogar, mientras se criminaliza a la gente por estar en la calle, mientras se permiten discursos xenófobos y racistas que promueven el odio. Pero que nadie olvide: no son los sin techos los que invaden, son los ricos los que roban el futuro a la clase trabajadora, a las personas racializadas, a las migrantes y a las más vulnerables.

Que quede claro: no vamos a permitir que sigan jugando con nuestras vidas. Vamos a seguir en las calles, vamos a seguir luchando, y vamos a seguir diciendo alto y claro que Pamplona será antirracista o no será.

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