Este viernes 3 de noviembre dio comienzo la cuarta edición del proyecto de Mentoría Ruiseñor / Urretxindorra en Gipuzkoa que llevamos a cabo desde SOS Racismo Gipuzkoa. Tres localidades fueron al mismo tiempo testigos del inicio del Proyecto.
A las cinco de la tarde, y con los nervios de empezar la aventura, nos juntamos en la escuela Kristobal Gamon de Errentería once mentoras y mentores con sus respectivos/as niñas y niños y sus familias. Nagore Basurto, concejala de Bienestar Social de la localidad estuvo presente e hizo hincapié en la importancia que proyectos como el de Urretxindorra tiene para posibilitar una convivencia en igualdad y el bienestar de nuestros menores. Las representantes de las escuelas Koldo Mitxelena y Kristobal Gamon por su parte felicitaron tantos a los/las jóvenes universitarios/as como a sus alumnos y alumnas y les animaron a continuar el proyecto de mentoría con el entusiasmo que reflejaban sus rostros.
A la misma hora, en la Casa de Cultura Biteri de Hernani, se conformaron otras 10 parejas (una de ellas de Urnieta) para emprender la experiencia. Contamos también con la presencia de familias, escuelas y entidades que apoyan este proyecto. Estuvieron presentes las orientadoras de diferentes escuelas, educadoras de calle de Urnieta, representantes del Club de Rugby, el Ayuntamiento de Hernani y, también, de la asociación Amher. Estas dos últimas representaciones recordaron la pasada edición, expresaron la importancia que tiene llevar a cabo este proyecto para mejorar la sociedad en la que vivimos y animaron a llevarlo con la mayor ilusión y disfrute de cada momento de esta edición.
Y también a las 5 de la tarde, la Escuela Amara Berri de Donostia acogía a los y las protagonistas del proyecto de la misma ciudad. En el acto intervino Amaia Gorosabel, profesora de AmaraBerri-Ferrerías, escuela que ha participado en el proyecto desde el primer año. Así como una estudiante universitaria que fue mentora el año pasado y que contó su experiencia. Fueron 10 familias las que se congregaron con toda la ilusión puesta en el proyecto y al mismo tiempo con los típicos nervios que suele suponer este inicio.
El momento de mayor emoción fue el de conocer a la pareja que cada protagonista tendrá a partir de ahora y a lo largo de todo el año. De aquí salieron las primeras citas y los primeros retos: conocerse, disfrutar de la mutua compañía y generar un vínculo que repercutirá en beneficio de todas y todos.